Después de muchos años Vélez volvió a disputar la Copa Libertadores y todos nos ilusionamos con una buena actuación. Desde el minuto uno supimos que dar la vuelta era casi una quimera pero nadie podía prohibirnos ilusionarnos.
Tocó un grupo que parecía complicado y pese a algunos nubarrones lógicos en el inicio, el equipo de Pellegrino no tuvo muchas dificultades para clasificarse segundo detrás de los millones del Flamengo.
Una vez superada esta fase el bolillero nos puso enfrente al Barcelona de Ecuador, que había sorprendido a todos clasificando primero en su grupo y dejando atrás a Boca y a Santos con lo cual mostraba que era un buen equipo al que había que tomar con seriedad.
En Vélez parece que no se tomó nota de eso, hubo errores de todo tipo, ya que en el encuentro de anoche fallaron los que no debían fallar, los jugadores con recorrido que debían poner el pecho no aparecieron y la responsabilidad recayó en pibes, que con un puñado de partidos en primera pueden rendir muy bien pero a los que no hay que recaer sobre sus espaldas la responsabilidad de hacerse hombres en toreo ajeno. Quien nos sigue en la radio puede dar fe que siempre insisto con Orellano, Mulet y otros más. Esto lo hago siendo honesto con mi idea que a estos grandes proyectos los deben acompañar hombres que puedan absorber la presión y que lo pibes no sean los responsables. A mi entender otra pata floja fue lo que salió desde el banco, el equipo salió siendo timorato y cuando se hicieron cambios no eran los cambios que el equipo necesitaba; por ejemplo me cuesta entender que con Mancuello ya afuera el DT haya hecho ingresar a Garayalde que tiene apenas un puñado de partidos en primera y haya dejado sentado en el banco a Ricardo Álvarez quien además de la experiencia podía aportar su pegada impecable para un tiro libre o un centro al aérea.
Sin embargo, no tengo dudas de donde nace la responsabilidad, alguna vez me dijeron que si el cadete hace mal su trabajo el responsable es el gerente y creo que es muy acertado, porque el sentimiento de muchos de nosotros es que no se hizo mucho para que este barco arribara bien al puerto. Desde hace más de seis meses la enorme mayoría teníamos la certeza que los jugadores que quedaban libres no iban a renovar y la sensación es que no se hizo mucho para reemplazarlos, los refuerzos ( si lo son) llegaron tarde ya que quedamos eliminados de la Copa y ninguno de los dos pudo ser parte.
En la vida todos nos podemos equivocar porque nadie es infalible, lo que no podemos es vivir equivocados y ,mucho menos, en este caso donde quien paga los platos rotos es el club.
Juan Pablo Muzzio
@jpmuzzio72