Thiago, potrero en estado puro. El Flaco lo sabe y Vélez lo siente. Porque cuando agarra las riendas del equipo, El Fortín sabe a lo que juega, y el viernes en Rosario volvió a demostrar el porqué de su importancia en el “team” de Mauricio Pellegrino.
En el primer tiempo, una jugada en ataque entre tres jugadores de La Lepra y pase al ras del suelo a Lucero -que se fue al costado del palo derecho de Aguerre– le bastaron como destello de lo que iba a ser su noche.
En el ST se vio lo mejor del Guayo de Fuerte Apache. Cuando el equipo de Gamboa se venía, y Vélez sufría en defensa, el equipo lo buscaba a él para salir rápido de contra, y cumplió con creces dicha tarea. Con su velocidad, vértigo y profundidad, logro encabezar varios contrataques que agarraron mal parados a los defensas rosarinos, pero la falta de eficacia de los delanteros y extremos hicieron que la diferencia no pueda ser mayor. Promediando la segunda parte, tuvo en sus pies la posibilidad de ampliar la ventaja, y en una gran jugada y pared con Lucas Janson, definió al palo derecho de Aguerre, que este muy ágil le desvió el remate al córner.
Gran partido de Thiago en Rosario, cuando el equipo lo necesito para tomar aire y salir de contra, estuvo y lo hizo muy bien. Desde su vuelta de los J.J.O.O es otro, y el equipo lo aprovecha, aunque posiblemente estemos viendo las últimas horas de Guayo en Liniers, el hincha solo debe disfrutar.
¿La figura vs Newell’s? Thiago Almada señores.
Gianluca Schinca
@SchincaGianluca