EL FIN DE UNA CAMADA

EL FIN DE UNA CAMADA

Las partidas de Braian Cufré y Lucas Robertone cierran una de las eras más importantes de los últimos años.

Históricamente, Vélez fue un equipo que se nutrió de sus inferiores. No es una novedad. El trabajo bien realizado siempre dió sus frutos. No es coincidencia que las mayores hazañas y logros sean fruto de esto, como también quienes ostentan los rankings históricos en lo que a estadísticas respectan.

Hoy nos toca despedir a una camada que quedó en la historia del Fortín. Curiosamente, es una que no ganó nada. Nunca se concretó ese título que tanto anhelamos y nos imaginamos de la mano de Gabriel Heinze como DT. Sin embargo, estos chicos le pusieron el pecho al momento más complicado de la historia del club desde 1943, cuando regresamos a Primera y nunca nos fuimos. Se jugaban muchas cosas en el medio, y todos nos esperábamos lo peor, lo cual tampoco iba a ser una locura pensando en los jugadores y números de hasta hace algunos años. Nadie se la jugó acá. O si. Es complicado. Había que poner a los chicos a bancar la parada, pero con el recorrido hecho antes, estaban preparados. Y aquí sí que acertaron todos. Y si bien no los hizo debutar, quien más lo hizo fue Gabriel Heinze que apostó por ellos y los potenció en un gran nivel.

A base de coraje y actitud, fueron consolidándose. Algunos con más apego al hincha que otros. Eso sí, uno se había acostumbrado a esos nombres en cada formación y a medida que se iban yendo, se notaban sus ausencias. Con futuro europeo y de Selección -donde algunos ya jugaron-, estos chicos partieron a cumplir sus sueños, ese que alguna vez fue llegar a Primera con la camiseta del Fortín.

Encaren y logren sus objetivos, y recuerden que Vélez siempre será su casa. Nunca se olviden de donde salieron, así podrán volver cuando quieran.

 

Ramiro Boz

@ramiroboz